Terruño
Los viñedos de la bodega están implantados en una planicie que recibe aguas de los ríos Tunuyán y Mendoza, ambos provenientes del deshielo de la Cordillera de los Andes.
Con una altitud de 750 metros sobre el nivel del mar, sus suelos franco arenosos, topografía llana y origen aluvional, producen un equilibrio nutricional muy ventajoso para la vid, alcanzando una excelente madurez y un muy buen tenor azucarino.
La temperatura media anual de 14ºC, valor muy cercano al óptimo para dicho cultivo, dispone de un clima seco continental (inviernos fríos y veranos calurosos) dicha amplitud térmica hace de Mendoza el lugar ideal para el cultivo de vid. Además de ello disponemos de alta eleofania provocada por el aire húmedo que, al chocar con la cordillera, pierde humedad y disipa las nubes lo que produce una mayor cantidad de días soleados, exponiendo mucho más tiempo los granos, comparado con otras regiones del mundo.